La expresión "trabajador del conocimiento" fue acuñada por Peter Druker a finales de la década de 1950, que intuyó adelantándose a su tiempo la importancia de los trabajos que requieren un conocimiento profesional especializado.
Los analistas de datos, programadores, investigadores, abogados o profesores son ejemplos de trabajadores del conocimiento. Se trata de personas con un alto nivel de formación y experiencia, cuyo trabajo requiere la aplicación de su conocimiento tácito de forma creativa e innovadora.
Valorar y mejorar la productividad de este tipo de trabajos no es fácil porque el objetivo no es cantidad, sino calidad. Y las estrategias basadas en incrementar el tiempo o la presión con la que se realiza el trabajo se vuelven en contra del objetivo al empobrecer la calidad y valor.
Andrew Mawson, Karen Plum, Rob Briner, Eric Barends y Denise Rousseau identifican los 6 factores clave para mejora la productividad de los factores del conocimiento(1) :